Por qué es beneficiosa la hidroterapia en niños con discapacidad

Los beneficios que aporta la hidroterapia para niños con este tipo de dificultades son múltiples, ya que permite obtener un tipo de trabajo que en el medio terrestre no es posible debido a las características del mismo.

Los objetivos a trabajar con el niño dentro del medio acuático serán los mismos que en el medio terrestre, teniendo en cuenta su valoración funcional, su desarrollo motor y sus capacidades. Así pues el trabajo en el medio acuático se convertirá en una herramienta mas que facilitará la evolución motriz del niño.

Los niños que poseen dificultades a nivel motriz ven aumentadas sus capacidades y destrezas para poder realizar cualquier tipo de movimiento que en tierra les resulta prácticamente imposible, lo que es debido a la ingravidez que presenta el medio acuático. Así pues se facilitan sensaciones, movimientos y posturas normales, que influyen directamente en su desarrollo integral mejorando muchos de los aspectos que se trabajan diariamente en las sesiones de rehabilitación, como son el esquema corporal, la orientación témporo – espacial, las rotaciones de tronco, o el aumento de tono.

El medio acuático será ideal para fortalecer la musculatura del niño, ya que debido a la resistencia que presenta el agua, el esfuerzo para llevar a cabo los distintos movimientos hacen posible tonificar dicha musculatura , de modo que el niño desarrollará modelos óptimos de movimiento, y evitará patrones de movimiento compensatorios anormales.

Del mismo modo se podrán prevenir las deformidades y posiciones viciosas, con el trabajo manipulativo de caderas, hombros y columna para aumentar los recorridos articulares, y llegar a una relajación muscular , mediante movimientos lentos y suaves que llevará a cabo el terapeuta.

A diferencia con el medio terrestre no existe prácticamente impacto, debido al estado de flotación que sienten los cuerpos al estar sumergidos en el agua, esto proporciona al niño experimentar por si solo sensaciones que son totalmente nuevas para él, aumentar su autonomía y mejorar su autoestima, ya que son capaces de mucho más y no existe riesgo de lesión (éste es escaso o nulo), puesto que en el caso de caerse se produce una amortiguación del cuerpo dada por el agua, lo que permite trabajar la coordinación dinámica general, y el equilibrio tanto dinámico como estático con menos dificultad y que el niño lo integre mejor.

A nivel respiratorio produce comprensión de la cavidad torácica, por la presión ejercida en la inmersión fortaleciendo los músculos relacionados en la inspiración , a la vez que facilita la espiración.

Los cambios térmicos influyen en la regulación del sistema simpático parasimpático, el cual influye en la regulación del aparato digestivo, cardiocirculatorio, respiratorio, renal…

El beneficio más importante al llevar a cabo la terapia es el efecto placebo que produce este tipo de actividad, los niños se desconectan de la rutina, se sienten libres, se relajan e interactúan mediante el juego.

Hay que tener presente que los niños aprenden jugando por lo que este es un ambiente de trabajo ideal para ellos.

El medio acuático es un retroalimentador, ya que permite sentir y explorar el propio cuerpo , lo que lleva a un aumento de iniciativa, de aprendizajes y de experiencias sensorio motoras.

En una sesión trabajaremos al niño en su globalidad, ya que como hemos visto anteriormente es un medio que trabaja el bienestar psicofísico del niño englobando tanto aspectos motrices como aspectos psicológicos obteniendo resultados satisfactorios en todos los aspectos.